Irán usa cuentas en Santander UK y Lloyds para evadir sanciones internacionales
El diario Financial Times destapó a inicios de esta semana que los bancos Lloyds y Santander UK proporcionaron cuentas a empresas pantalla británicas que eran propiedad secreta de una empresa petroquímica iraní sancionada con sede en Londres.
Mediante esta operativa de empresas pantalla Irán pudo realizar operaciones y mover dinero por todo el mundo de manera encubierta, evitando así las sanciones. Este plan forma parte de una compleja red de empresas pantallas repartidas por diversos países y respaldadas por los servicios de inteligencia de Teherán.
Tanto la compañía Petrochemical Commercial Company (PCC) como su filial británica PCC UK, ambas controladas por el estado iraní, se encuentran bajo sanciones estadounidenses desde noviembre de 2018. Estados Unidos acusó a estas, y más compañías, de recaudar cientos de millones de dólares para financiar las actividades de la Fuerza Quds, brazo paramilitar de élite de la Guardia Revolucionaria iraní, y de trabajar con agencias de inteligencia rusas para recaudar dinero para distintas milicias iraníes.
El Banco Santander y Lloyds han asegurado que cumplen con todas sus obligaciones legales y regulatorias relativas a la identificación de sus clientes y a la prevención de blanqueo de capitales y que colaborarán proactivamente con las autoridades británicas y estadounidenses necesarias para destapar el entramado societario desplegado por Irán.
El Financial Times ha tenido acceso a documentos, correos electrónicos y registros contables que demuestran que, tras ser sancionado por Estados Unidos, el PCC ha recurrido a empresas ubicadas en el Reino Unido para recibir fondos de sociedades pantalla iraníes ubicadas en China, ocultando al mismo tiempo su propiedad real mediante acuerdos fiduciarios y testaferros.
En 2023 el Tesoro de Estados Unidos acusó a estas empresas petroquímicas iraníes de utilizar empresas pantalla para evadir sus sanciones canalizando sus ventas a través de Asia.
Tras esto las autoridades de supervisión bancaria pertinentes deberán investigar y auditar los procedimientos de control y cumplimiento normativo de ambas entidades, lo que podría desembocar en importantes sanciones para ambas.
Ambos bancos, dos de los más grandes de Reino Unido, han sufrido fuertes caídas en bolsa de en torno al 6% tras la publicación del Financial Times de esta noticia.