Lululemon acusada de “greenwashing”

Lululemon, multinacional norteamericana especializada en la venta de ropa deportiva, ha sido demandada por un presunto engaño a los consumidores. Esta conducta consistiría en la emisión de declaraciones engañosas sobre su compromiso con el medio ambiente. Estos presuntos engaños vendrían a engrosar la lista de casos de "greenwashing" que vienen siendo señalados los últimos años.

En la demanda colectiva propuesta que se presentó ante el Tribunal de Distrito de los EE. UU. para el Distrito Sur de Florida el 12 de julio, los demandantes aseveran que, a pesar de que Lululemon se presenta como una marca sostenible y respetuosa con el medio ambiente, en realidad, ésta se estaría aprovechando de los consumidores y de su confianza a través de una campaña masiva y global de "greenwashing". 

En este sentido, la demanda sostiene que, con el fin de atraer a consumidores con conciencia ecológica y convencerles de adquirir sus productos, la multinacional lanzó su campaña “Be Planet”, a través de la cual habría engañado a los consumidores para que creyesen que sus prácticas comerciales, productos y acciones son sostenibles y tienen un impacto positivo en el medio ambiente. 

Esta campaña de Lululemon se basaba en declaraciones e imágenes explícitas e implícitas en su sitio web, en sus cientos de tiendas minoristas y en otros lugares, donde se transmitía el mensaje de que las acciones y los productos de la empresa no solo son respetuosos con el medio ambiente, sino que también brindan una mejora positiva del medio ambiente y la restauración de un planeta saludable, señalan los demandantes. Sin embargo, estos consumidores demandantes consideran que esta conducta es “injusta, falsa, engañosa y confusa para los consumidores razonables, ya que presenta a Lululemon como algo que no es”. 

A diferencia de sus compromisos publicitados por Lululemon, los demandantes afirman que un informe de impacto publicado por Lululemon muestra que “en lugar de reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero”, las emisiones de la empresa “se han más que duplicado” desde que comenzó su campaña “Be Planet” de 2020.

De manera adicional, estas personas afirman que, debido a que los consumidores compraron los productos de Lululemon en lugar de los productos de sus competidores motivados por la campaña Be Planet, esta fue perjudicial para la competencia y le quitó injustamente participación de mercado a las empresas que no participaron en prácticas de “greenwashing”.

De este modo, los demandantes acusan a Lululemon de violar la Ley de Prácticas Comerciales Desleales y Engañosas de Florida y de participar en publicidad engañosa y enriquecimiento injusto, solicitando, conjuntamente, una indemnización monetaria, así como una medida cautelar.

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