La Unión Europea acusa a Microsoft de restringir la competencia en el ámbito de las videollamadas
A principios de semana, la Comisión Europea acusó formalmente a Microsoft de violar las reglas de competencia de la UE al vincular su herramienta de videoconferencias Teams con la instalación del software Office. La vicepresidenta del Ejecutivo encargada de Competencia, Margrethe Vestager, ha indicado que a la UE le “preocupa que Microsoft esté dando una ventaja indebida a su producto sobre el de los competidores”, y garantiza que lucharán por proteger la libre competencia entre herramientas de comunicación en remoto.
Dicho lo anterior, los cargos presentados por la Comisión Europea son una "opinión preliminar", por lo que Microsoft cuenta con un plazo de diez semanas para responder en detalle a las acusaciones. La empresa norteamericana, que implementó algunas modificaciones en la distribución de Teams para separarlo del paquete de Office, aún no ha cumplido con las exigencias de la Comisión Europea, la cual considera que estos cambios son insuficientes y exige la aplicación de medidas que respeten las normas de competencia de la UE.
En los últimos años a nivel europeo se ha adoptado un papel activo en la regulación de las grandes tecnológicas mediante la publicación de textos legales como la DSA o la DMA, los cuales pretenden obligar a las grandes empresas tecnológicas a cambiar sus prácticas e imponer multas multimillonarias en caso de incumplimientos.
Brad Smith, presidente de Microsoft, comentó recientemente que la empresa tiene intención de encontrar soluciones y aplicar medidas que permitan evitar caer en prácticas monopolísticas. En este sentido, es importante remarcar que, si tras la defensa de Microsoft no se llega a un acuerdo con UE, la Comisión podría imponer multas que podrían alcanzar el 10% del volumen de negocios anual global de la empresa, además de otro tipo de medidas correctivas.
La noticia ha sido recibida de buen agrado por Slack, empresa propiedad de Salesforce y competidora directa de Microsoft, que describió la postura de la Comisión como “una victoria para la elección de los clientes y una confirmación de que las prácticas de Microsoft con Teams han perjudicado a la competencia”.
Por ahora, solo queda esperar a que la Comisión Europea se pronuncie sobre si las medidas adoptadas cumplen o no con las normas de competencia de la UE.