YouTube potencia el resurgimiento de la piratería musical
Durante 2023, las webs de piratería musical recibieron un total de más de 17.000 millones de visitas en todo el mundo, lo que supone un incremento del 13% en comparación con 2022. Los anteriores datos, se han hecho públicos recientemente gracias a la investigación de la firma Muso y resultan muy desconcertantes teniendo en cuenta el declive que ha experimentado la piratería musical durante los últimos años debido al surgimiento de plataformas de streaming como Spotify o Apple Music.
Según señala Muso, la pirateria ha disminuido en los últimos años, en parte, debido a que los artistas y las discográficas dejaron de ofrecer lanzamientos exclusivos de álbumes a determinadas plataformas musicales. Si bien era una práctica común presentar en las plataformas musicales los álbumes de los artistas, grandes multinacionales como Universal Music Group denunciaron dichas conductas por el aluvión de descargas ilegales que se producían tras el lanzamiento de los álbumes, lo cual eliminó la exclusividad y en consecuencia redujo la piratería.
Si la eliminación de la exclusividad conllevo un descenso de la piratería, ¿qué factores han llevado a su resurgimiento? Aunque no es posible concretar con certeza los motivos de dicho auge, existen dos factores que pueden haber influido: el elevado precio de los servicios de streaming y el precio de los datos móviles, el cual lleva a que las personas descarguen las canciones en lugar de reproducirlas vía streaming. En relación a este último punto, la investigación de Muso ha destacado que en torno al 40% de la piratería musical correspondía a webs que copian el audio gracias a las URL de los vídeos subidos a Youtube, y posteriormente lo convierten en archivos de música descargables.
Ante esta situación, Youtube alega que toma medidas para bloquear los dominios infractores tan pronto como recibe una alerta por la presencia de herramientas de pirateo de secuencias. De forma adicional, la plataforma invierte recursos en personal dedicado exclusivamente a enviar avisos de cese y desistimiento a los infractores. No obstante, parece que tales esfuerzos no son suficientes ante la ola de piratería en la que estamos inmersos.