Meta demandada por los Estados Unidos por dañar la salud mental de sus usuarios más jóvenes
Numerosos estados de EE.UU., entre ellos California y Nueva York, han demandado a Meta Platforms Inc. por perjudicar a los jóvenes y contribuir a la crisis de salud mental juvenil al diseñar deliberada y conscientemente funciones en Instagram y Facebook que crean adicción en los niños a sus plataformas.
La denuncia alega que Meta ha aprovechado tecnologías potentes y sin precedentes para atraer, captar y, en última instancia, atrapar a jóvenes y adolescentes. Su motivación es el beneficio, y en su intento de maximizar sus ganancias financieras, Meta ha engañado repetidamente al público sobre los peligros sustanciales de sus plataformas de medios sociales. Apunta también que la compañía ha ocultado las formas en que estas plataformas explotan y manipulan a sus consumidores más vulnerables: adolescentes y niños.
Adicionalmente, la demanda afirma que Meta recopila sistemáticamente datos de menores de 13 años sin el consentimiento de sus padres, lo que vulnera la legislación federal.
La demanda ha sido el resultado de una investigación dirigida por una coalición bipartidista de fiscales generales de distintos estados. Esta investigación se inició tras la publicación de los informes periodísticos condenatorios, publicados por primera vez en otoño de 2021, basados en la propia investigación de Meta, según los cuales la empresa conocía los daños que Instagram puede causar a los adolescentes, especialmente a las chicas, en lo que respecta a la salud mental y los problemas de imagen corporal. Un estudio interno citaba que el 13,5% de las adolescentes decían que Instagram empeoraba los pensamientos suicidas y el 17% de ellas, los trastornos alimentarios.
Por su parte, Meta ha declarado que comparte "el compromiso del fiscal general de proporcionar a los adolescentes experiencias seguras y positivas en línea, y ya hemos introducido más de 30 herramientas para apoyar a los adolescentes y sus familias". No obstante, añadieron: "Nos decepciona que, en lugar de trabajar de forma productiva con empresas de todo el sector para crear normas claras y adecuadas a la edad para las numerosas aplicaciones que utilizan los adolescentes, los fiscales generales hayan elegido este camino".