La autoridad de protección de datos italiana prohíbe el uso de ChatGPT
En las últimas semanas hemos visto la noticia de que la autoridad de datos italiana en materia de protección de datos, el Garante per la Protezione dei Dati Personali, ha prohibido de forma temporal el uso del ChatGPT, la tecnología de inteligencia artificial (IA) desarrollada por OpenAI.
Se trata de un chatbot que, mediante el uso de inteligencia artificial, es capaz de mantener conversaciones en línea con usuarios de internet; conversaciones que, incluso, pueden ser de carácter filosófico.
Para justificar la prohibición, la autoridad italiana se ha basado principalmente en dos motivos: por un lado, en la consideración de que los datos personales recogidos a través de ChatGPT se recaban de forma ilegal y sin cumplir con las obligaciones de información mínimas (desde el punto de vista del RGPD) y, por otro lado, en el hecho de que no existe una verificación por parte de este chat de la edad de los usuarios que lo utilizan, a pesar de que desde la plataforma se afirma que el servicio solo está dirigido a mayores de 13 años.
Tras la decisión de la autoridad italiana hace unas semanas, OpenAI tenía un plazo de 20 días para informar a la autoridad italiana sobre las medidas que aplicadas o en proceso de aplicación para subsanar las violaciones de la normativa.
Una vez publicada la decisión italiana, la empresa estadounidense OpenAI se mostró favorable a colaborar para subsanar cualquier deficiencia en el cumplimiento de la normativa europea, y se organizaron las correspondientes videollamadas entre el Garante y los representantes de la empresa estadounidense. En la mencionada videollamada, OpenAI afirmó que cree que cumple la legislación aplicable en materia de protección de datos personales, pero confirmó su voluntad de cooperar con la Autoridad Garante italiana para abordar las preocupaciones planteadas por la Garante en relación con ChatGPT.
Tras la conferencia, OpenAI presentó un documento que recoge las medidas que se han adoptado para tratar de cumplir con las obligaciones en materia de protección de datos y, por el momento, la autoridad italiana ha manifestado estar en proceso de análisis de dichas medidas, a la espera de llegar a una conclusión.