España sigue denegando la inscripción en el Registro de la Propiedad Intelectual a obras creadas con ChatGPT, Midjourney o herramientas similares
Ya sabemos que la cuestión sobre la protección de las obras generadas con sistemas de inteligencia artificial es un debate que está a la orden del día en los últimos años. Las preguntas más frecuentes al respecto suelen ser: ¿son los usuarios de ChatGPT, Midjourney, Stable difusión, o de cualquier otro sistema de inteligencia artificial, creadores del contenido que generan con ellos? ¿Son susceptibles de protección estos resultados?
Pues bien, hace unos meses, oficinas del Registro de la propiedad intelectual en España empezaron a denegar el registro de imágenes creadas con Midjourney y, recientemente, han vuelto a pronunciarse en el mismo sentido para rechazar en este caso el registro de obras generadas con GPT-4.
La última decisión ha sido emitida ante la solicitud de inscripción de un texto de ficción creado “a través de“ ChatGPT/GPT-4. La justificación de la denegación dada por el Registro ha sido que, debido al funcionamiento del sistema de inteligencia artificial de la herramienta ChatGPT, no puede considerarse que esta ha sido usada como una “mera herramienta”. En este sentido, cabe recordar que el uso de herramientas analógicas o informáticas para la creación de obras intelectuales no impide el nacimiento de derechos de autor.
Sin embargo, en el presente caso, tras la evaluación del resultado final se ha verificado que, aunque el solicitante haya llevado a cabo grandes aportaciones, la obra ha sido generada principalmente de forma aleatoria e imprevisible por la herramienta. En consecuencia, al existir el factor de la aleatoriedad, no hay expresión fiel de creatividad y de la personalidad del autor y, por este motivo, la obra no puede ser susceptible de protección por derechos de autor.
Decisiones similares han sido tomadas en Estados Unidos, como la tomada en el caso del cómic "Zarya of the Dawn" de Kris Kashtanova.
De momento, dado el panorama normativo actual, esta es la posición general frente a la protección de las obras generadas con/por IA, pero quién sabe qué nos deparará el futuro en este asunto.